jueves, 12 de junio de 2014

¿Fanatismo ecologista o ignorancia anti-ecologista?


 
La costa chilena del Pacífico es un enorme desierto que estaba poblado exclusivamente de aves marinas. Estas dejaban allí sus excrementos en tales cantidades que a principio del siglo XX se vendía como "Nitrato de Chile", el mejor fertilizante del mundo. Era la envidia mundial, le llamaban el oro blanco y fue la causa de la guerra Chile-Perú de mediados del XIX en la que Perú perdió sus costas que también producían caca de pájaro marino.

La industria era tan floreciente que a su sombra se construyeron ricas ciudades con palacios de la ópera que entraban en el circuito operístico mundial.

Pero después de la Segunda Gran Guerra, aparecieron los fertilizantes químicos que, sorprendentemente, eran más baratos que el nitrato de Chile (y eso que este nitrato solo había que recogerlo con palas y meterlos en saco). Chile, en vez de competir entre fertilizantes naturales o artificiales, se dejó llevar y los fertilizantes químicos llevaron la ruina a la zona.
Para evitarlo, los expertos estudiaron que alternativas de empleo se podría desarrollar allí y vieron que si bien el suelo era desierto, el mar tenía enormes cantidades de anchoas. ¡Con razón había tanto pájaro marino por aquí! Así que desarrollaron una importante industria pesquera.

Pero, con ello, las aves marinas, que hasta entonces eran las que habían llevado la riqueza al país, se convirtieron en enemigas pues se comían el pescado de los pobrecitos pescadores. Y que es más importante, las personas o los pájaros. A aniquilar a las aves.

15 años después desaparecieron los peces y la industria pesquera se fue al garete. ¿Que a pasado? se preguntaron los expertos. Estudiaron el problema y descubrieron que; cuando estaban las aves ellas defecaban el 20% se su guano en tierra, pero el 80% en el mar, fertilizándolo y atrayendo millones de peces. Más peces, más pájaros, más pájaros, mas guano, más guano, más peces. Todo un círculo de riqueza. Al matar a los pájaros, le dieron la vuelta al círculo: menos pájaros, menos guano, menos guano, menos peces. Resultado, la costa chilena actual está llena de ciudades fantasmas. ¡En hora buena, genios!

Pues así te podría contar porqué desapareció la civilización en Petra, en Éfeso, en la isla de Pascua, la civilización Anazasi de norte América, etc. Civilizaciones desaparecidas por desastres ecológicos.

Olvidamos que este planeta es así de maravilloso, por la obra de animales y plantas. Existen otros mundos libres de molestos animales. El Sistema Solar está lleno de ellos. Quien piense que se puede vivir sin animalitos, plantitas y todas las cursilerías que defienden los ecologistas, que se vayan a la Luna.

La eliminación de lobos ha provocado la paga de jabalíes que, teniendo en cuenta la pirámide trófica, hace más daño, por su mayor población, que el daño que hacían los lobos.

Por daños que le hagan los lobos a los pastores, más daño les hace Hacienda y no dicen nada. Si hay que pagar impuestos al estado, los impuestos a la Naturaleza están mucho más justificados, ya que es la Naturaleza la que le da a los agricultores lo que tienen.

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