miércoles, 13 de julio de 2011

MATRIX ES REAL

Nunca he visto la película Matix. Cuando me contaron de que iba, me pareció que no merecía la pena perder el tiempo en verla. Al parecer la película habla de que la realidad que conocemos no existe; vivimos en una especie de sueño, ignorando la verdadera realidad que se esconde tras lo aparente: un mundo dominado por las máquinas, las cuales esclavizan a la Humanidad para utilizarla como simple fuente de energía.

Hace unos días asistí a unas conferencias organizadas por la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, en Barcelona. En ella, varios de los mejores primatólogos del mundo, daban la voz de alarma sobre la delicada situación en la que se encuentran los grandes primates y las selvas donde habitan; sobre todo en Indonesia y África. Las noticias eran verdaderamente preocupantes y al mismo tiempo “lejanas”.

Desde que regresé a Alicante, no he dejado de darle vueltas al asunto. ¿Como es posible que la situación sea tan grave y al mismo tiempo no perciba peligro alguno?. Entonces me dí cuenta que Matrix es real; refleja la situación de nuestra sociedad actual. El mundo que conocemos; con su cemento, su asfalto, sus coches, sus televisores, sus ipods y ipads, su futbol y su Blen Esteban, es irreal, es una ilusión, un sueño. Detrás de toda esa fantasía en la que vivimos está la verdadera realidad; con su aire, su agua, sus bosques... sus recursos... y toda esa verdadera realidad se está deteriorando a pasos agigantados.

Valoramos más un coche que un árbol... y cometemos un error; porque este mundo que conocemos, se sustenta sobre el que es verdaderamente real. Es como un juego de ordenador que se sustenta sobre un sistema operativo y por mucho que nos guste el juego, por mucho que lo valoremos, si Windows falla, todos los programas fallan.

A veces los desastres que afectan al mundo real, llegan hasta nuestro mundo ficticio. Y ese “a veces” es cada vez más frecuente. Es como si fuéramos un grupo de caracoles metidos en una olla al fuego; el agua se va calentando, tan poco a poco, que cuando nos demos cuenta estaremos inevitablemente cocidos. La conferencia de Barcelona es como si los caracoles más cercanos al fuego, nos estuviesen avisando de lo que pasa y nosotros, hipnotizados en nuestro mundo y ajenos a problemas lejanos, hiciéramos oídos sordos a las advertencias.

En estos días, también he asistido a un par de reuniones de políticos verdes; y me ha decepcionado observar que, incluso ellos, parecen vivir en el mundo de Mátrix.

Todo esto me recuerda a algunas civilizaciones perdidas en el pasado: La isla de Pascua, Éfeso, Petra, los Anazasi... Solo que ahora la catástrofe amenaza a todo el planeta.