sábado, 22 de diciembre de 2007

¿SUFREN TODOS LOS ANIMALES?


La respuesta que tengo a esa pregunta, es fácil: no lo se. Pero creo que hay algunos animales que no sufren (solo lo creo); y no porque no tengan sistema nervioso. Que yo sepa, todos los animales tienen sistema nervioso para moverse o incluso para sentir frío o calor; pero no necesariamente para sentir dolor, miedo o sufrimiento.
La naturaleza es bastante tacaña y ahorradora de energía; no le pone alas a un chimpancé (para que las querría) y lo que no se utiliza, lo elimina; así, los avestruces tienen las alas cada vez más pequeñas y los delfines ya han perdido las patas. Es posible que, de igual manera, haya animales que no necesiten sentir dolor o miedo para sobrevivir.
Los animales tienen estrategias muy diferentes para su supervivencia: los humanos utilizan la inteligencia y su capacidad de aprender, los leones su fuerza, las gacelas su velocidad, los perezoso su capacidad de camuflarse y las almejas su capacidad de reproducirse.
¿Sienten dolor las almejas?. Se me hace difícil de creer que los animales que tienen millones de hijos, puedan sentir dolor; sobre todo si, además, tienen una estructura muy simple.
Las almejas, como otros muchos invertebrados tienen millones de hijos cuya mayoría acaban siendo devorados por predadores. ¿Tiene sentido que sufran?. ¿Para qué tanto sufrimiento?.
El dolor, el miedo, etc, son mecanismos de defensa y reparación. Un animal que tiene pocos hijos debe de disponer de mecanismos que le eviten situaciones peligrosas; y si ha sufrido daño (una pata lastimada), evitar agravar la situación (cojear para no terminar de dañar la pata lastimada) o incluso repararla. Si un animal complejo no tuviera esos mecanismos podría perderse todo el esfuerzo en haberlos criado.
Me puedo imaginar un cachorro de gato maullando de miedo y pidiendo auxilio a su madre; pero no me puedo imaginar a uno de los millones de larvas de mejillones que forman parte del placton marino pidiendo socorro a la suya.
Es como en el mundo tecnológico humano. El hombre incluye alarmas de avería y avisos para reparar mecanismos complejos y valiosos (un avión, un cohete espacial); pero, para qué incluir esos mecanismos en un sacapuntas. Hay mecanismos que merecen la pena evitar que se estropeen y en caso de que lo hagan, poder repararlos. En cambio y hay mecanismos de "usar y tirar", porque la reparación no tiene sentido.
Por todo ello, creo en que hay animales que basan su supervivencia en la enorme capacidad de reproducirse y que no necesitan que todos y cada uno de sus vástagos luche por evitar el peligro o traten de curase. Tienen muchos así que puede que usen la técnica de "usar y tirar".
José Francisco Cuéllar

jueves, 20 de diciembre de 2007

AYUDA AL DESARROLLO... ¿DE QUIEN?


África es como el Titanic pero a lo bestia. Se hunde inevitablemente y de él saltan sus pasajeros en botes salvavidas, llamadas pateras.
España, supongo que como otras muchas naciones, tienen programas de ayuda al desarrollo, de los que uno duda para quien están pensados.
Por ejemplo. En el corazón de ese continente viven los últimos gorilas de montaña. Aquellos gorilas por los que murió Dian Fossey y que se hicieron famosos con la película "Gorilas en la niebla", protagonizada por la actriz Sigourney Weaver. En la actualidad quedan de 500 a 700 gorilas en lo los volcanes de Virunga. A su vez, Virunga es un pequeño bosque húmedo rodeado por interminables campos cultivados con flores de las que se extrae la piretrina, un producto químico que se utiliza para matar los mosquitos que molestan, todos los veranos, a los habitantes de los países ricos.
Los montes (volcanes) de Virunga aún no se han cultivado, gracias a los gorilas. Estos son los guardianes que protegen el bosque y toda la vida animal y vegetal que lo forma. Hasta hace bien poco tiempo, también era el hogar de tribus humanas de cazadores/recolectores. Pero, al mismo tiempo, los gorilas son los guardianes del agua; ya que los ríos de la zona tienen su nacimiento en esos bosques húmedos y si el bosque desapareciera la sequía y el desierto se adueñaría de toda la región.
Los extensos terrenos de cultivos que rodean los montes de Virunga, no sacan de la miseria, ni de lejos, a aquellos que trabajan esas tierras. Si alguien se platease cultivar lo que queda de bosque, no solo no resolvería el problema de la pobreza local, si no que ocasionaría una hecatombe económica en la zona. A veces (si no siempre) ayudar a los animales (en este caso a los gorilas), es lo mejor que se puede hacer para ayudar al hombre.
Otro caso. Hasta antes de la llegada del hombre blanco al Camerún, los pigmeos vivían de lo que cazaban y recolectaban en una determinada zona; y cuando esta daba señales de cierto agotamiento, se marchaban a otro lugar; lo que les permitía seguir viviendo, a la vez que permitían que la zona abandonada se recuperara. Y se recuperaba, no solo de la fauna y la flora que habían utilizado como alimento y medicinas; si no de los residuos orgánicos que habían dejado durante su estancia allí. Así han vivido durante miles de años.
Cuando el hombre "civilizado" llegó, en forma de compañía maderera (por ejemplo), empezó a contratar gente entre la población local.
La palabra "contratar" siempre la asociamos inevitablemente a las palabras "sueldo", "jornada de 8 hora", "fines de semana libre", "seguridad social", "vacaciones pagadas", etc. ¡Ja! entonce, ¿para que son gente del tercer mundo?: para aprovecharse de ellos, naturalmente. Se les paga con alcohol y tabaco y van que chutan.
En la actualidad, los pigmeos, han abandonado su tradicional forma de vida nómada; se han asentado cerca de sus lugares de trabajo sin que nadie les haya enseñado como deshacerse de la inmundicia que ellos mismos generan y que antes reabsorbía la naturaleza. Aquellos orgullosos y habilidosos cazadores, se han convertido en borrachos que viven en míseras chabolas, entre las cuales mal andan sus hijos con los dedos de los pies agusanados, de los bichos que cría un suelo cubierto con sus inmundicias.
Y la cosa no tiene marcha atrás. Los pigmeos ya no pueden volver a ser lo que eran porque han perdido parte de la cultura que heredaron y que les permitían vivir; y por que ya no queda nada que cazar, ya que las empresas madereras han destruido el hábitat de los animales que les servían de alimento.
Lo mismo podríamos decir del coltan. Las minas de coltan del congo son explotadas en condiciones infrahumanas y casi clandestinas, son saqueadas y los "mineros" asesinados por tropas rebeldes que buscan ese material para comprar armas y las empresas de los países ricos lo utilizan para fabricar componentes electrónicos para teléfonos móviles, ordenadores portátiles, cámaras de foto y video y todo aquello que necesite baterías de larga duración.
El caso de los diamantes en Sierra Leona, es muy similar.
Y el biodiesel, combustible del futuro para los países ricos cuyo parque automovilístico necesitaría la producción de tres planetas como la Tierra para cubrir sus necesidades, amenaza con arrasar con todo lo que queda y no para resolver el hambre del mundo; si no el hambre de los vehículos.
¡Hay que enseñar a plantar biodiesel para ayudar al desarrollo de los países pobres!. Pero, ¿hasta que punto la ayuda al desarrollo es útil para los habitantes de los países pobres?. Los programas de ayuda al desarrollo ¿no serán una forma (voluntaria o involuntaria) de conseguir mano de obra y materia prima barata para que las multinacionales que procesan esos productos sean los únicos que realmente se desarrollan?.
Si, realmente los gobiernos tienen interés en ayudar al tercer mundo y no es una coartada para desarrollar la multinacionales, se tienen que replantear otra forma de hacer las cosas.
José Francisco Cuéllar Junio

Fotos: Aisha Bonet - PGS